La experiencia gastronómica de Burdeos está fuertemente ligada al mundo del vino. Es más, muchos bares y restaurantes ofrecen catas de vinos. sesiones de maridaje de vinos con diversos alimentos y menús completos en los que los vinos de la región son una parte fundamental.
Existen también los llamados Bars à vin, ideales para quien quiera disponer de una gran variedad de caldos y realizar actividades relacionadas con ellos. Entre estos, destacan el Bar á vin, en la Cours XXX Juillet; el Café Rouge, en la Rue de Saint Remi o Le Wine Bar, en la Rue des Bahutiers, también está dentro de las recomendaciones habituales. Algunos de estos bares especializados en vino, como los dos citados en último lugar, ofrecen también servicio de restaurante y menús completos.
Una buena opción para comer en Burdeos es hacerlo en alguno de los cafés o bistrós con terraza de la zona central de la ciudad, con menús y platos del día relativamente económicos y el encanto de poder sentarse en una terraza o frente a una cristalera desde la que se ve pasar la vida de la ciudad. Le Regent, junto a la Place Gambetta, es una buena opción –aunque algo cara- y, si preferimos la zona de la Catedral y el Ayuntamiento, junto a éste nos encontraremos también con Le Bistró du Museé con una terraza muy tranquila. En la zona del Quartier des Grands Hommes, hay más opciones de este tipo.
Hay algunos restaurantes de precio medio bastante recomendados en los foros de viajeros. Le Loup, pequeño y céntrico; o la braserie Les Negociants, en la Place des Quinconces. Son opciones interesantes para quien busque un precio medio.
Aparte de estos establecimientos de precio medio, Burdeos tiene también excelentes restaurantes de alta calidad a unos precios más elevados. Ejemplos de ello son Le Gabriel, en la Place de la Bourse; Le Chapon Fin, en la Rue de Montesquieu o Le Pressoir d’Argent, en la Cours de l’Intendance.
Para quien ande más justo de presupuesto, siempre queda la opción de los establecimientos de comida rápida y pequeñas tiendas de bocadillos que hay en la ciudad. La zona sur de la Rue de Sainte Catherine y la Cours de la Marne es bastante fea, si bien aquí podremos encontrar este tipo de opciones económicas. También en la zona central de la ciudad podemos encontrar establecimientos de las cadenas de comida rápida habituales.
¿Qué comer en Burdeos?
La bebida de la ciudad es, por supuesto, el vino. Pero Burdeos cuenta también con otras especialidades gastronómicas. El acceso a algunas de ellas dependerá de lo que estemos dispuestos a gastarnos durante la cena, pero otras podremos probarlas sin un gasto excesivo.
Como en casi toda Francia, los quesos y los patés son excelentes. Las sesiones de maridaje con los vinos de la tierra suelen tenerlos como protagonistas. En Burdeos, aparte del foie-gras habitual, podremos disfrutar de platos de apariencia similar al paté como el gratton de Lormont. También hay buena charcutería, con el grenier medocain como producto principal. Otra curiosidad típica de la gastronomía de Burdeos son los caracoles, que tradicionalmente son consumidos el miércoles de ceniza.
Dentro de las carnes, destacan el cordero, el buey y el entrecote de Burdeos. Hay excelentes braseries en la ciudad donde se pueden disfrutar de ellas. En lo que respecta al pescado y al marisco, las elecciones son un poco más elitistas y quizá se salgan del presupuesto de más de un viajero: las ostras de Arcachon, las angulas o la lamprea son algunas de las especialidades locales.
Y, como no, la repostería y los dulces. Hay que destacar, antes que nada, la excelente calidad de la panadería y la repostería local. El sabor del pan y la bollería es excepcional. En lo que se refiere a los dulces, los macarons son habituales- tanto a la hora de comer como de llevarlos como regalo de la ciudad-. Se trata de una especie de medallones de barquillo de distintos colores rellenos de algún tipo de pasta, principalmente a base de almendra. Otro pastel típico de la ciudad es el canelé y, para completar las especialidades, podemos acudir también a las noisettines, almendras envueltas en almíbar y caramelo caliente.